Esta es la historia de un lienzo grande que compré por si algún día me atrevía a poner a prueba mi paciencia, mi constancia y mi capacidad de mantener la pasión con una imagen. Tengo tan poco tiempo, que me he acostumbrado a la casi inmediatez: veo algo que me gusta, lo pinto, y en muchas ocasiones llego incluso a olvidarlo semanas después.

Este lienzo estaba pensado para trabajarlo sin prisa, sufrirlo y disfrutarlo a partes iguales si se terciaba, y poner a prueba mi “fidelidad” hacia una obra. Hasta ahora, si dejaba un cuadro a medias, era carne de cañón para ser repintado con otro encima.

Este verano encontré una imagen en la que sabía que podía perderme. Las emociones que me transmitió la primera vez que la vi han ido cambiando, así las variaciones que le he ido incorporando. No podéis ni imaginar la de cambios drásticos que ha vivido: fondo rojo, cuerdas, garabatos, incluso hubo un momento en el que me planteé pintar todas las manos (yo! que las odio a muerte!) Hasta los guantes han pasado por diferentes vidas.

Quiero dar las gracias a Carlos Torreblanca (@carlostorreblanca.pics) por cederme tan amablemente su imagen y por haberme dado la libertad de interpretarla a mi manera. Del mismo modo, nada hubiese sido posible sin los modelos a los que les he modificado algunas muestras de identidad: desde las huellas hasta los tatuajes. Espero que no les moleste! @mignnone, @yuri_amzer, @93demi, @goakkore

Hace un mes comencé otro cuadro que me vuelve loca en todos los sentidos e incorporé unos cambios en mi técnica nada acertados. En resumen: lo he estropeado y no puedo hacer nada hasta que no se seque. Fue entonces cuando decidí darle otra vuelta de rosca a éste, hasta que en un momento dado lo miré y pensé: me encanta tal cual está. Como mis gustos oscilan al mismo ritmo que mi autoestima, dejé pasar un par de días para volver a verlo, pero sentí lo mismo. No obstante, me da pena ponerle un punto y final a este cuadro. Ya veremos…

La moraleja es que aunque las cosas se nos compliquen, no hay que abandonar. El arte está compuesto de segundas, terceras y décimas oportunidades. Esto es un aprendizaje continuo del que nunca nos graduamos.

Lamento mucho la calidad de mis fotos. Prometo que en vivo gana mucho o al menos eso espero.

PD. Todavía no he decido si me gusta más en vertical u horizontal…