Muchos pintores a los que respeto y admiro son contrarios a explicar sus obras. En realidad yo tampoco lo hago: solo trato de transmitir los motivos que me llevaron a pintar una imagen en concreto entre la inmensidad de estímulos visuales que recibimos a diario. Los verdaderos detonantes que hacen que me sienta en paz y detenga temporalmente mi búsqueda de nuevas musas, hasta que el final de la obra se acerque y vuelva a sentir que necesito llenar ese vacío que deja cada cuadro terminado.

La imagen que he tomado como referencia, hace indetectable, normaliza o fusiona lo excepcional en un enclave costumbrista. Me parece una autentica utopía, aunque sería incapaz de catalogarla como erótica nada más porque para mi toca muchos temas: me resultó mágico poder adivinar la belleza de una mujer que tiene el rostro oculto bajo una máscara, percibir que lo cotidiano y el fetichismo pueden convivir sin restarse fuerza, y que la elegancia de lo clásico y el látex no tienen por qué luchar si juntos trasmiten la misma esencia: La seguridad de una mujer que muestra al mundo como es en cualquier situación, aunque se algo inesperado.

Para mi este cuadro podría colgarse en cualquier lugar y en ninguno al mismo tiempo. Todo depende de que quien lo mire y sepa ver.

(***El marco no está incluido en el precio, pero si les gusta la combinación, podemos hablar)