Dibujo simbólico, la combinación de figuras y su interpretación, crean una narración. En este caso se trata de metáforas respecto a liderazgo y la influencia del que ejerce poder, sobre las mentes de las masas (rebaños). El rebaño expresa un estado no caótico pero tampoco enteramente disciplinado.

Conocidos simbolistas afirman que el símbolo principal del rebaño es: el haz. En latín; fascis (haz) y fascia (venda o vendaje, o banda), Todas ellas se enmarcan dentro del vasto grupo simbólico de ligaduras, nudos, lacerías, entrelazados, cuerdas y cordones (estar ligado a algo).semánticamente emparentadas directamente con fascinum (encanto, maleficio).

Yo en el dibujo no represento haz alguno, sin embargo sí represento un rebaño. Y este tiene por tanto dos interpretaciones; una positiva y otra negativa:

¬ Positiva: de unificación, de integración y de fuerza.
¬ Negativa: de no ver por sí mismo, sino que se tiene fe en los “ojos de otros”, es decir, en la razón o en el razonamiento de otros.

Por analogía, forman el rebaño todos aquellos que llevan venda (haz). Sumándose a un pensamiento global, poniendo cómodamente a disposición su propio discernimiento. Esta metamorfosis de lo individual a lo múltiple, es considerada una reducción a un estado inferior. Una metamorfosis descendiente.

En otras palabras es un “encantamiento”. El rebaño va poseído por este encantamiento bajo un poder maléfico. Maléfico porque le resta pensamiento al ser humano y le manipula; piensa por él. Otros encantamientos conocidos son la conversión de una persona en animal, o peor aún, en planta o piedra. El encantamiento puede adoptar también las formas de “desaparición” (que en el sentido intelectual viene siendo algo parecido), o “enfermedad” (parálisis, mudez, ceguera). Este castigo solo puede ser levantado por la acción de un héroe.

El pastor, figura y personaje central, es una fusión entre perro y cura. El perro suele realizar función de pastoreo y el cura o sacerdote suele ejercer de pastor. Aunque aquí, en el dibujo, más que un cura es un religioso y más que religioso es la iglesia misma.

Las ovejas son a la vez, cerebros. O Cerebros-vejas. Fácil es ver la relación o afinidad de estos bajo la perspectiva de la manipulación de masas.


El rebaño va caminado por un paisaje hostil. No es la pradera verde habitual del pastoreo. El pastor las lleva por terrenos difíciles, secos e inhóspitos. Las señales de tráfico ayudan en este escenario de frialdad, habitual en autopistas. Van caminado además por un pedregal de bombillas (ampolletas) que simbolizan las ideas, de modo que mientras más avanza el rebaño, las bombillas apagadas aumentan en número, de lo que se deduce que se adentran en un territorio sin ideas. Las bombillas se organizan en grupos de cinco (pentagonales).

El pentágono es símbolo del pensamiento. Aparece claramente en una señal de tráfico indicando que allí se puede encontrar el pensamiento, pero el pastor y el rebaño la ignoran y van hacia otra dirección.

Las señales de tráfico indican claramente que dirigiéndose a la izquierda del dibujo se encontrará el pensamiento y que dirigiéndose a la derecha aparecerán peligros. Sin embargo, el rebaño guiado por el pastor, no hace caso a las señales y se dirige a la derecha.

Hay en el rebaño dos ovejas negras. Símbolo de quien, dentro de una organización, decide pensar diferente al resto del grupo o a la mayoría. Estas “ovejas negras” son estigmatizadas por tal acción; marginadas. Por ellos estas ovejas-cerebro negras, miran en sentido contrario a las blancas. Además, están ya ensartadas en las señales de desviación, habiendo sido ejemplarmente ejecutadas.

Volviendo a la figura del Pastor, éste lleva un ancla, y ésta cuelga de él. Esta ancla simboliza dos cosas a la vez; es la manera de pescar más “cabezas de ganado” por un lado (una suerte de anzuelo), y por otro, determina que quien la lleva, es quien decide dónde se asienta el grupo; dónde se establece.

El Bastón, instrumento típico del pastor aquí tiene espinas, es un bastón agresivo por tanto. También los dientes del pastor son señal de agresividad. Los pelos opulentos del pastor le señalan como un ser velludo (peludo) La abundancia de vello corporal, cabello y bigote, simboliza que es un ser más cercano a lo inferior y significa el crecimiento de lo inferior ante lo superior.