Un caracol particular acude al encuentro de una hoja de lechuga muy especial H.G. Wells dijo: “Muchas cosas muy serias se han dicho en broma”. Sin ir más lejos la novela seminal, la que dio lugar a la existencia de la novela tal y como la conocemos, “El Quijote” es en su mayor parte un libro que confronta la realidad con humor.
El arte ha de ser completamente libre, incluso de su “supuesta” función estética. Una obra no tiene que resultar agradable a la vista o combinar con tus cortinas, eso es decoración no arte. Una obra puede generar asco, repulsión, horror, fascinación poética… La obra ha de confrontar al espectador y provocar en él un movimiento de descifrar, de generar interrogantes a ese misterio que se le plantea. Citando a Hermann Broch: “La exigencia del artista, como siempre, es producir “buenas” obras y solo el diletante y el productor kitsch producen su obra buscando la belleza”. “La obra “buena” debe ser capaz de conectarse con la naturaleza epistemológica del arte, al descubrimiento de nuevas introvisiones y nuevas formas de percibir y experimentar”.
La risa al igual que el sexo y las artes han perturbado al poder, así que ríanse, gocen y creen.