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Obras del artista
CAMINO
Categoría: Cuadros
Estado: En venta
Biografía: A pesar de haber nacido en la vecina población de Setcases, Francesc Vidal, ya desde muy joven, recibió la influencia pictórica de los maestros olotenses. Algunas voces han intentado desprestigiar a los seguidores de la obra de Vayreda, Berga, Galwey, etc., y en parte tienen razón, porque los seguidores de una escuela no son los que se dedican a copiar lo que hicieron los maestros, sino aquellos que a partir de los fundamentos pictóricos de los maestros son capaces de buscar nuevas maneras de interpretar la pintura. Francesc Vidal recibió, durante los años que estuvo en la Escuela de Bellas Artes de Olot, la influencia de pintores como Xavier Vinyoles, Vilá-Moncau, Lluís Juanola o Josep Guardiola. De ellos aprendió algo muy importan te: el tratamiento del paisaje, la manera de reproducirlo y definirlo; a partir de estas enseñanzas, el aporta como artista innovación en el color, estética en la composición y alma en los paisajes que reproduce.
Francesc Vidal interpreta bien el paisaje porque sabe dibujar bien y porque conoce a fondo las técnicas pictóricas de los maestros, pero no se para aquí. El paisaje, como todos los temas, exige unos conocimientos específicos para resolverlo con dignidad. La Garrotxa disfruta de una geografía excepcional que hechiza al visitante y atrapa a los que vivimos en ella. Pintarla es más difícil de lo que parece a primera vista. Muchos artistas forasteros lo intentan, pero muy pocos consiguen interpretar el paisaje de La Garrotxa. La exuberancia de verdes hace que el artista deba enfrentarse al difícil problema de crear obras aparentemente monocromáticas. El verde de la haya y el de la encina y el del roble y el de los enebros y el de los chopos y el de los temblones y el de los abedules y el de la hierba son diferentes, a pesar de ser verdes. Captar los matices que los diferencian sólo lo saben hacer aquellos que aman el paisaje, que lo conocen y que dominan la paleta para interpretarlo. Todos estos colores tienen una base diferente, tan diferente que después, cuando llega el otoño, todos estos verdes cruzarán el espectro lumínico y darán origen a los verdes azulados que se transforman en verde amarillento, en verde amarillo, en amarillo verdoso y en amarillo. Más entrado el otoño, de estos verdes surgen los primeros anaranjados amarillentos, anaranjados puros, rosas anaranjados que tienden al rosa y, por otro lado, los anaranjados rojizos, que acabarán en rojos. Poco a poco aquel rosa anaranjado que ha pasado a rosa se transforma en rosa púrpura, y el rojo que ha sufrido el mismo proceso se decanta hacia el rojo púrpura, el púrpura rojizo y finalmente los dos, el rosa y el rojo, se encuentran en el púrpura puro. Todos estos colores deben encontrarse en los diferentes matices de primavera y verano. Este es el gran reto del pintor que se enfrenta a un paisaje aparentemente de un único color.
Francesc Vidal ha hecho del paisaje su manera habitual de expresión, pero como artista ha ampliado el horizonte de La Garrotxa a otros paisajes e interpreta, con la misma maestría, los colores intensos del Mediterráneo, los blancos temperados de las Islas, los acantilados de Les Guilleries o las gargantas francesas del río Aglí. Algunas veces se deja llevar por el puro estilo figurativo y reproduce el paisaje como un espejo. Algunas veces se deja llevar por el toque romántico y nos sorprende con paisajes con espantos de luz que atraviesan parajes difuminados por tonos suaves. Su paleta ha evolucionado en estos últimos años y se ha vuelto más precisa y, especialmente, más luminosa. La madurez artística hace que los pintores simplifiquen los colores y los utilicen más puros, que permiten ver las obras con más profundidad y observar cómo la luz del día rodea los elementos del paisaje. Es en este momento que la composición cobra vida propia y el observador puede disfrutar de ella, descubriendo los muchos detalles que el artista incorpora. Francés c Vidal presenta en este libro una obra que muestra su maestría como dibujante, su sensibilidad en la utilización del color y la capacidad de convertir en arte lo que otros reproducen como artesanos. Es un joven artista que vive la pintura de manera plena y que, a pesar de su edad, muestra unas maneras que le acreditan como un extraordinario pintor, digno seguidor de la Escuela Olotense que hicieron famosa los grandes maestros de finales del siglo XIX y los discípulos avanzados del pasado siglo XX.
Inglés hablante: Si
Sitio web: http://www.francescvidal.com/es/portada
Fecha de Participación: 06 Ago 2018