La llama siempre me ha fascinado. Sus grandes ojos oscuros parecen contener siglos de sabiduría y una conexión profunda con la naturaleza. Quise capturar esa mirada intensa y llena de expresión, como si la llama estuviera contemplando un paisaje infinito.

Los colores vibrantes: El fondo de la obra está lleno de colores vibrantes y contrastantes. Estos colores no son aleatorios, sino que representan la diversidad de la naturaleza andina. Los tonos cálidos evocan el sol, la tierra y la energía vital, mientras que los azules y verdes nos recuerdan a los cielos ya la vegetación.

La textura: La textura de la pintura busca transmitir la suavidad del pelaje de la llama y la rugosidad de la montaña. Las pinceladas cargadas de pintura crean una superficie irregular que invita al espectador a explorar la obra con la mirada y casi a tocarla.

El simbolismo: La llama es mucho más que un animal para las culturas andinas. Es un símbolo de fuerza, resistencia y adaptación. En esta obra, la llama representa la conexión del ser humano con la naturaleza y la importancia de preservar nuestro entorno.

El título: "Sueño de Altura" hace referencia al hábitat natural de la llama, las altas montañas de los Andes. Pero también puede interpretarse como un sueño de libertad, de conexión con algo más grande que nosotros.

En definitiva, "Sueño de Altura" es una invitación a mirar más allá de lo evidente, a conectar con la naturaleza ya encontrar inspiración en las cosas simples. Espero que esta obra pueda transmitirles a ustedes, los espectadores, las mismas emociones que yo experimenté al crearla.