Este es un cuadro basado en una fotografía de un castro celta en Santa Tecla, A Guardia (Pontevedra), donde se aprecia el río Miño que hace de frontera natural entre España y Portugal que se ve al fondo.
Aquí quise recrear este castro primitivo y bien conservado, donde nos podemos imaginar cómo vivieron nuestros ancestros celtas.
Se aprecia un enorme contraste entre este vestigio histórico antiguo y la construcción actual que se ve al fondo. Pese a ello, todo el entorno integra a la perfección ambas épocas históricas, observándose un equilibrio de coexistencia histórica sin estridencias visuales ni arquitectónicas.
Lo más difícil que supuso pintar esta escena fue la paja del tejado, aunque al final el resultado se aprecia creíble.