"Piedra y perro: Pip" es una "Escultura Acariciable"* de piedra natural 100%.
*Escultura Acariciable es un concepto que he creado y consiste en dejar la piedra sin pulir del todo, sin pintar, esmaltar o barnizar, solo piedra natural. Necesita ser nutrida con aceite de áloe cada cierto tiempo según el tipo de piedra y de acabado. Al acariciarla para nutrirla se va contemplando la belleza de la piedra.
Pip es una escultura de un perro o un perro de piedra. Esto tiene muchas ventajas: pesa poco, 800 gramos, puedes llevarlo en el bolso o en el bolsillo, no ladra, no hace pipí ni popó, no come ni gasta, bueno solo necesita, de muy vez en cuando, que le acaricies con un poco de aceite de áloe.
Es absolutamente ecológico y tiene una historia muy larga, no como perro de piedra, pero si como piedra, su forma y composición ha evolucionado a lo largo de miles de años. Seguramente habitaba cerca del Arroyo Jaboneros, muy cerca de la bella ciudad de Málaga, en España. Al principio fue una gran roca, veía pasar los años por miles, sin inmutarse. Hasta ella subían hombres y animales a otear el horizonte y conoció generaciones y generaciones de hombres. A partir de aquí la historia se emborrona un poco, unos dicen que Uri, hijo de Uro, la golpeó con otra piedra hasta que consiguió romper un trozo grande, de ahí fue tallando con paciencia herramientas que necesitaba para escarbar, cultivar, cocinar... al final una de esas piedras se rompió y Uri la tiró al arroyo y, con el paso de otros miles de años, acabó llegando al mar, allí se fue rozando con otras piedra con la fuerza de las olas, hasta que un escultor la vio en la playa, la cogió, la contempló, la analizó y talló a Pip, que fue comprado a través de internet y cuidado durante miles de años por los hijos de los hijos, de los hijos... de los descendientes de Uri.
Como puedes ver Pip es una piedra única que fue recogida por Roberto García López en la desembocadura del Arroyo Jaboneros en Enero del año 2024.